Es gracias al discurso de la ciencia, a su instauración en el pensamiento de los hombres, que se hizo posible que el significante se pudiera postular sin tener ninguna relación con el significado. Con el discurso de la ciencia se hace posible vaciar el contenido de un concepto, de un significante, para llenarlo de contenido, para hacerlo significar otra cosa. Esto es lo que se espera que se produzca en un análisis: “En el discurso analítico, se trata siempre de lo siguiente: a lo que se enuncia como significante se le da una lectura diferente de lo que significa” (Lacan, 1985. p. 49). Esta es la razón por la cual lo que los analistas leen es, por ejemplo, el lapsus, en la medida en que es como lapsus que significa algo, es decir, que puede leerse de una infinidad de maneras distintas.
El «significante» es una dimensión que fue introducida a partir de la lingüística. La lingüística introduce en la palabra una disociación gracias a la cual se funda la distinción entre significante y significado. Ella, de cierta manera, divide lo que, sin embargo, parece ir de suyo: que cuando se habla eso conlleva el significado. Pero, “Distinguir la dimensión del significante cobra relieve sólo si se postula que lo que se oye no tiene ninguna relación con lo que significa. Este es un acto que sólo puede instituirse con un discurso, el discurso científico” (Lacan, 1985. p. 40).
La ciencia es entonces un saber que a través de la vía de lo imposible, toca lo real. Por esta razón es que la ciencia pasó a denominarse en Lacan «ciencia de lo real». Es a partir del discurso de la ciencia que se puede establecer una oposición entre el semblante y lo real. “El uso idiosincrásico del término real de Lacan que se expandió comporta que no hay real en la naturaleza, que lo real adviene cuando los semblantes están ordenados, coordinados de modo tal que llegan a prescribir lo imposible” (Miller, 1999, p. 7). Lo real es, pues, una consecuencia de lo imposible, y lo imposible es un «lugar» que el saber de la ciencia «localiza» gracias a sus demostraciones; es lo que Lacan denominó, en un primer momento, lo real como tal.
“El hecho de que lo real tome el sentido de ser una consecuencia de lo imposible permite visualizar que el ser es algo diferente a lo real” (Miller, 1999, p. 7). ¿Qué significa que el analista es semblante de lo real? Si bien el discurso de la ciencia escinde semblante y real, no se puede decir que el semblante no tenga nada que ver con lo real, pero si hay algo que el psicoanálisis demuestra es que, con respecto a lo sexual, ¡no hay semblante! “...la fórmula «No hay relación sexual» implica que no hay semblante sexual, que no hay relación sexual a nivel de lo real" (Miller).
UN BLOG SOBRE PSICOANÁLISIS LACANIANO. Los textos cortos aquí publicados, aparecieron en el semanario La Hoja de Medellín, entre los años 1995 y 1999, en una columna titulada «Sentido Común». A partir del 18 de julio de 2007, he empezado a publicar otros textos cortos, reflexiones, ideas, desarrollos teóricos del psicoanálisis lacaniano. Espero les sea de utilidad para pensar al sujeto y como introducción al psicoanálisis. Bienvenidos!!
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
548. La lógica del fantasma: el «fantasma fundamental»
El décimo cuarto seminario de Lacan se titula La lógica del fantasma, un título que puede parecer paradójico o discordante, ya que el fantas...
-
El padre alcahuete es el que encubre a su hijo en algo que se quiere ocultar. Este padre suele ser permisivo y prodiga un amor incondicional...
-
El sueño, lo dice Freud (1915-16) claramente, "es un sustituto de algo cuyo saber está presente en el soñante. pero le es inaccesible&q...
-
En la neurosis histérica es frecuente encontrar a «la otra mujer», es decir, otra mujer que entra a jugar un determinado papel en la relació...
No hay comentarios:
Publicar un comentario