La violencia contra las mujeres, los feminicidios, se han vuelto una
epidemia en la contemporaneidad. ¿Por qué los hombres están asesinando a
sus mujeres? El psicoanálisis tiene una hipótesis: los hombres tienden a
rechazar con violencia la alteridad de la mujer. La alteridad de la
mujer hace referencia a esa forma de goce femenino que es extraño al
hombre. El goce femenino es un goce distinto al del hombre: es un goce
que no tiene límites, un goce Otro, suplementario, desprendido de toda
referencia biológica o anatómica; en cambio, el goce sexual del hombre
es un goce localizado: se le denomina goce fálico, goce a partir del
cual el hombre mide la forma de gozar de todos los sujetos; quiere hacer
de él un goce universal, por eso no soporta fácilmente ese otro goce
que se escapa a esa medida fálica, ese goce otro, alterno, que habita a
las mujeres. La existencia de ese goce suplementario, desconocido para
el hombre e indecible para las mujeres, es lo que funda el axioma
lacaniano que dice «no hay relación sexual»; decir «no hay relación
sexual» significa que no hay complementariedad entre los goces masculino
y femenino, que ambos goces son diferentes, que el goce fálico y el
goce Otro de la mujer no están hechos el uno para el otro. Esto explica
el desencuentro permanente que se presenta entre los hombres y las
mujeres y que lleva a muchos hombres a tratar de eliminar ese goce
alterno e incomprensible que se le escapa de sus manos, de su medida
fálica.
El goce femenino es un goce Otro, que no se localiza
fácilmente, que abarca otras zonas del cuerpo a parte del clítoris, un
goce que escapa al estándar de lo simbólico. El goce sexual está marcado
por esta división entre goce fálico, del lado masculino, y goce Otro,
del lado femenino. Este es el sentido de la formulación según la cual la
mujer es no-toda en el goce fálico: su goce está esencialmente del lado
del goce Otro, no se reduce, como en el hombre, al falo (Miller, 1998).
Así pues, el hombre goza sexualmente de una manera muy distinta a como
goza una mujer; el goce masculino es fundamentalmente fálico -el hombre
goza de su pene- y el goce femenino no sólo es clitoridiano: es un goce
Otro, que no se localiza fácilmente, que abarca otras zonas del cuerpo,
un goce difícil de nombrar o inefable.
Entonces, esa alteridad
del goce está del lado femenino, y es a él al que está dirigida esa
misoginia que ha existido hacia la mujer durante toda su existencia
–siempre se las ha llamado brujas, hechiceras, demonios, pecadoras,
arpías, pérfidas, vívoras–; lo que pasa es que ahora, y debido a la
pérdida o al desfallecimiento del Otro –el Otro de la ley, de la
autoridad–, pues no solo se abusa de ellas, se les maltrata, se les
pega, etc. –a lo que se le denomina comúnmente «masoquismo femenino»–,
sino que ¡se les mata! “Se es misógino de una manera similar a la que se
es racista (u homofóbico), por un rechazo de la alteridad, de otras
formas de gozar que nos parecen extrañas y que intentamos reducir a una
sola forma homogénea y globalizada. Y de esta nueva misoginia no se sale
tan fácilmente. Cualquier empresa educativa parece aquí destinada al
fracaso” (Bassols, 2016);
es decir, que todas esas campañas y movimientos sociales en contra del
feminicidio, de poco sirven; seguirán habiendo más y más feminicidios.
El goce femenino sigue siendo hoy rechazado, segregado de múltiples
formas, lo que se observa, por ejemplo, en los fenómenos de ablación del
clítoris en África y en el uso de la burka en algunos países donde
impera la religión islámica. “Si de algo sufre el amor es de la locura
fálica que supone querer el Todo sin soportar la alteridad, hasta querer
aniquilarla con el famoso “la maté porque era mía”. No, no era tuya,
era siempre otra, incluso Otra para sí misma” (Bassols).
UN BLOG SOBRE PSICOANÁLISIS LACANIANO. Los textos cortos aquí publicados, aparecieron en el semanario La Hoja de Medellín, entre los años 1995 y 1999, en una columna titulada «Sentido Común». A partir del 18 de julio de 2007, he empezado a publicar otros textos cortos, reflexiones, ideas, desarrollos teóricos del psicoanálisis lacaniano. Espero les sea de utilidad para pensar al sujeto y como introducción al psicoanálisis. Bienvenidos!!
miércoles, 26 de abril de 2017
Suscribirse a:
Entradas (Atom)
553. Las clínicas de urgencias subjetivas
Las clínicas de urgencias subjetivas son espacios dedicados a atender crisis emocionales o psíquicas desde una perspectiva psicoanalítica la...
-
El padre alcahuete es el que encubre a su hijo en algo que se quiere ocultar. Este padre suele ser permisivo y prodiga un amor incondicional...
-
El sueño, lo dice Freud (1915-16) claramente, "es un sustituto de algo cuyo saber está presente en el soñante. pero le es inaccesible...
-
La estructura del lenguaje nos somete a la lógica de la diferencia significante, la cual es siempre una diferencia binaria. “La cuestión de ...