500. ¿Tiene la ideología un lugar en el psicoanálisis?
¿Estaría el discurso y la experiencia del psicoanálisis exentos de
ideología? ¿La función y el deseo del analista están por "fuera de
cualquier posición ideológica en nombre de una supuesta y siempre dudosa
neutralidad? (...) ¿Puede hacer el analista una intervención fuera de
cualquier ideología?" (Bassols, 2020).
La ideología se puede definir como "el conjunto de ideas que cada uno
tiene sobre un sistema de vínculos —económicos, sociales y finalmente
siempre políticos— para preservarlos, transformarlos, restaurarlos o
también subvertirlos" (Bassols). Como observador de acontecimientos
políticos y sociales, ¿la posición del psicoanalista es la de un
observador neutral?
Se podría decir que todas las intervenciones
de los psicoanalistas en los medios de comunicación son necesariamente
ideológicas, ya que "más que actuar, el sujeto es actuado por la
ideología que atraviesa las diferentes instituciones y realidades sobre
las que se asienta y configura su día a día" (Cano citado por Bassols,
2020). ¿Y las intervenciones dentro del dispositivo analítico? No habría
entonces neutralidad por parte del psicoanalista en sus intervenciones,
ya que su posición es irreductible con relación a "las formas
simbólicas que ordenan la vida, las «formas de gozar» como solemos
decir" (Bassols).
No es posible resguardarse de las ideologías
que son dominantes en el discurso de los hombres. La misma IPA se vio en
apuros, haciendo un llamado a la «neutralidad» de la institución,
cuando Freud pedía un apoyo para los analistas judíos perseguidos por el
Tercer Reich. "La atribución de una ideología al analista está a la
orden del día y no es seguro que se pueda sacar de encima este sambenito
con el silencio de su «neutralidad» (...) La «neutralidad» ha sido
(...) la túnica de Neso con la que los analistas han pensado
resguardarse de toda ideología, una túnica ardiente de ideología
finalmente. Y no de las mejores." (Bassols, 2020).
Mientras que
Freud se mantuvo al margen en estos asuntos, Lacan y Miller han
implicado al psicoanálisis en la política. Miller, por ejemplo, dirigió a
la AMP (Asociación Mundial de Psicoanálisis) en el año 2017 contra el
posible ascenso al gobierno francés del partido de ideología xenófoba y
de inspiración fascista de Marine Le Pen. Por tanto, ¿se puede hacer una
acción lacaniana exenta de cualquier ideología? Así pues, toda posición
del analista deberá, desde entonces, pensarse como una posición
ideológica, por eso es tan pertinente la pregunta que se hace Bassols
(2020): "¿Cuál es el lugar de la ideología en el discurso del
psicoanalista?"; pero también, ¿cuál es la ideología con la que se
identifica o que conviene a la práctica del psicoanálisis?
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