El carácter pulsional de la compulsión a la repetición tiene que ver,
precisamente, con ese empuje que hace tender al organismo a satisfacer
sus impulsos sexuales; en otras palabras, el concepto de pulsión es
introducido por Freud para nombrar, en el ser humano, esos impulsos
sexuales que lo habitan, en la medida en que estos no responden a ningún
instinto. Las pulsiones sexuales tienen como fuente la excitación
corporal de una zona erógena del cuerpo, y su fin es el alivio de la
tensión que produce dicha excitación con la ayuda de un objeto
(Laplanche & Pontalis, 1996).
Freud (1920) explica que la
tarea del aparato psíquico consiste en ligar la excitación producida por
las pulsiones que entran en operación en el proceso psíquico primario.
Freud llama proceso psíquico primario a los procesos que ocurren
en el inconsciente en los que la excitación producida por la tensión
pulsional circula libremente. Así pues, los procesos que se despliegan
en el inconsciente son radicalmente distintos de los que ocurren en los
sistemas preconsciente y consciente; en el inconsciente las investiduras
se trasfieren, se desplazan y se condensan de manera libre y
fácilmente, cosa que no sucede en los otros dos sistemas. La tarea de
ligar la excitación pulsional Freud la llamó proceso psíquico secundario.
Entonces, en el proceso primario, “la energía psíquica fluye
libremente, pasando sin trabas de una representación a otra según los
mecanismos del desplazamiento y de la condensación” (Laplanche &
Pontalis, 1996); en el proceso secundario, la energía es «ligada» a una
representación, lo que la hace más estable y controlable, de tal manera
que la satisfacción es aplazada, es decir, el alivio de la tensión es
aplazado, lo cual permite al aparato psíquico evaluar las distintas vías
probables para alcanzar la satisfacción pulsional. A esta última tarea
del aparato psíquico es a lo que se la llama principio de realidad.
(Laplanche & Pontalis, 1996). Freud (1920/1979) advierte que “El
fracaso de esta ligazón provocaría una perturbación análoga a la
neurosis traumática; sólo tras una ligazón lograda podría establecerse
el imperio irrestricto del principio de placer (y de su modificación en
el principio de realidad). Pero, hasta ese momento, el aparato anímico
tendría la tarea previa de dominar o ligar la excitación, desde luego
que no en oposición al principio de placer, pero independientemente de
él y en parte sin tomarlo en cuenta.” (Freud).
Resumiendo: si la
tensión pulsional no se liga, esta tenderá a repetirse, más allá del
principio del placer, y si se liga, pues se controla y se buscará
suprimirla, bajo la égida del principio de realidad; en otras palabras: lo que no se puede recordar retorna bajo la forma de la repetición;
hay algo que se repite en la vida del sujeto de lo cual él es, en la
mayoría de los casos, inconsciente. Recuérdese que el principio del
placer tiene como único objetivo aliviar la tensión producida en el
aparato psíquico por la excitación pulsional, exitación que es vivida
por el sujeto como displacentera –el displacer va ligado al aumento de
las cantidades de excitación–; y el alivio de toda tensión experimentada
en el cuerpo, siempre se percibirá como placentera –el placer va ligado
a la disminución de dicha tensión–. Resulta pues claro que la
compulsión a repetir los episodios del período infantil que han sido
traumáticos y que han sido olvidados, nos enseña que “las huellas
mnémicas reprimidas de sus vivencias del tiempo primordial no subsisten
en su interior (en el del sujeto) en el estado ligado, y aun, en cierta
medida, son insusceptibles del proceso secundario” (Freud, 1920), lo
cual no es sino la emergencia de esa compulsión demoníaca.
UN BLOG SOBRE PSICOANÁLISIS LACANIANO. Los textos cortos aquí publicados, aparecieron en el semanario La Hoja de Medellín, entre los años 1995 y 1999, en una columna titulada «Sentido Común». A partir del 18 de julio de 2007, he empezado a publicar otros textos cortos, reflexiones, ideas, desarrollos teóricos del psicoanálisis lacaniano. Espero les sea de utilidad para pensar al sujeto y como introducción al psicoanálisis. Bienvenidos!!
viernes, 29 de enero de 2016
442. El proceso psíquico primario y secundario, y la compulsión demoníaca.
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