lunes, 3 de marzo de 2025

552. Sujeto, lenguaje y falta de ser

El sujeto del que se ocupa el psicoanálisis no es ni el individuo ni la persona psicológica. De hecho, el concepto mismo de "sujeto" sirve para diferenciar radicalmente al psicoanálisis de la psicología. Esta categoría es necesaria debido a la relación que el psicoanálisis establece entre el ser humano y el lenguaje. Para el psicoanálisis, el lenguaje es lo que posibilita la existencia del sujeto; el sujeto es, en esencia, un efecto del lenguaje. El acto de hablar es lo que distingue de forma tajante al ser humano de los animales; el mundo simbólico es exclusivo del ser humano, quien depende de él y está sometido a él. Incluso, la existencia del lenguaje permite que un mudo pueda comunicarse y que un ciego pueda "ver".

El ser humano tiene, por tanto, una relación fundamental con el lenguaje. Todo lo que lo rodea y su mundo están estructurados, organizados y dependen directamente del símbolo. Gracias al lenguaje, un sujeto puede llegar a un lugar o regresar a su hogar, lo que refleja una dependencia radical. Es mediante el lenguaje que el sujeto puede formarse una representación del mundo y de sí mismo. Al nacer, solo existe un organismo dotado de un sistema nervioso (el cerebro), que sirve como base para recibir el lenguaje. Sin embargo, es el lenguaje el que permite que el sujeto, una vez constituido, pueda organizar su percepción, pensamiento y acciones. El organismo, por sí solo, no tiene una representación de sí mismo: no sabe quién es, qué sexo tiene, a qué familia pertenece o en qué lugar del mundo vive. Toda esta información le será transmitida y adquirida gracias al lenguaje. Cuando un sujeto es capaz de representarse a sí mismo y al mundo, se dice que se ha "humanizado", lo que es posible solo a través de lo simbólico. Un organismo humano sin lenguaje sería comparable a una planta con pies o a un mono sin pelo ni cola. Para el psicoanálisis, el entorno natural del ser humano es el lenguaje, y el sujeto es su producto.

El sujeto solo existe como efecto del lenguaje. Este es lo que le permite adquirir un conocimiento sobre sí mismo y sobre el mundo que lo rodea, saber que, en última instancia, conforma la realidad del sujeto. Lo simbólico es el espacio en el que una persona puede ser representada, ya sea por su nombre, apellido, nacionalidad, etc., como parte de la comunidad humana.

Cuando se dice que el sujeto solo puede existir como efecto del lenguaje, se refiere a que en el ámbito simbólico el sujeto puede encontrar una representación de sí mismo. Sin embargo, al mismo tiempo, lo simbólico no ofrece ninguna garantía sobre lo que el sujeto es en esencia. Si un sujeto se pregunta "¿quién soy yo?" –lo que puede hacer precisamente porque es un ser hablante–, solo podrá responder a esta pregunta porque habita el lenguaje. Pero en el lenguaje, la respuesta solo será en términos de saber, no en términos de ser. Gracias al lenguaje, el sujeto podrá responder: "soy fulano de tal, hijo de tal, mi profesión es esta o aquella, soy hombre o mujer, etc.". Así, a la pregunta "¿quién soy yo verdaderamente?" solo se obtendrán respuestas sustitutas: soy esto, aquello o lo otro, lo que implica que el ser del sujeto está ausente. Así, por el hecho de hablar, por estar atravesado por el lenguaje, se introduce en el sujeto una falta fundamental en su ser.

El lenguaje no ofrece al sujeto ninguna garantía de lo que es, no asegura su ser; el sujeto solo puede aparecer en él como una representación significante, es decir, no es más que una pura y simple representación. Por ello, podemos hablar de una "falta de ser". Esto significa que el sujeto del psicoanálisis no solo es un efecto del lenguaje, sino también un sujeto en falta, un sujeto que, al hablar, ha perdido su ser.

El ser, en el psicoanálisis, es aquello que escapa, aquello que queda fuera de la representación significante y, por lo tanto, no se puede captar ni conocer. El ser se convierte en algo irreductible al saber, algo que no se puede conocer y que habita el lugar del desconocimiento, el lugar del no-saber.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

552. Sujeto, lenguaje y falta de ser

El sujeto del que se ocupa el psicoanálisis no es ni el individuo ni la persona psicológica. De hecho, el concepto mismo de "sujeto...