Para el psicoanálisis un niño son tres cosas: es nada, es una
sustitución, y es un sujeto en el campo del Otro (con mayúscula)
(Arroyave, 2007). Decir que un niño es "nada" significa que un niño no
es más que lo que se diga de él, o de lo que se desee para él. Un niño
empieza a "ser", empieza a existir, sólo cuando alguine lo nombre,
cuando alguine lo desee o piense en él. Mientras no haya alguien que lo
nombre, lo desee o lo piense, un niño es "nada", o "nadie".
Un niño es también una sustitución, es decir, viene a sustituir algo,
viene en lugar de otra cosa. En el complejo de Edipo de la niña queda
claro que un niño es aquello que una niña espera de su padre (Arroyave,
2007). Un niño viene como sustituto de aquello que no le fue dado a la
niña. Aquello que no le es dado a la niña y que ella desea, no es otra
cosa que el falo. Con el complejo de castración -núcleo del complejo de
Edipo-, es decir, el encuentro de la niña con la diferencia sexual, ella
descubre que le falta algo que el niño sí tiene: el falo, y a partir de
ese momento, ella envidia el pene del niño, es decir, quiere uno para
ella. El niño pasará, entonces, a ser un sustituto del falo que le
falta; así pues, un niño es una equivalencia, es algo que viene en
sustitución de otra cosa, en aquellas niñas en las que se produce
simbólicamente esa sustitución del falo por el niño.
Por último, un niño es tal sólo en el campo del Otro; este Otro no es la
persona como tal, no es el señor o la señora que hacen de papá o mamá;
ser padre o madre son, en el psicoanálisis lacaniano, funciones, lugares
vacíos que pueden venir a ser ocupados por cualquier persona. Así pues,
madre y padre no son necesariamnete los padres biológicos; madre es la
persona que le brinda los cuidados necesarios al niño para que este
sobreviva y además le da su afecto, y padre es sobretodo una función
simbólica, que tiene que ver con ponerle límites a esa relación tan
incestuosa que se establece entre una madre amorosa y su hijo. Entonces,
el Otro con mayúscula se refiere fundamentalmente a las personas que
son significativas para el niño, pero, ese "alguien" es significativo
para el niño sólo si esa persona lo nombra, lo desea, piensa en él. No
es cualquiera el que va a ser significativo para el niño, sino
cualquiera que lo nombre, lo piensa y le de un lugar en su deseo
(Arroyave, 2007).
UN BLOG SOBRE PSICOANÁLISIS LACANIANO. Los textos cortos aquí publicados, aparecieron en el semanario La Hoja de Medellín, entre los años 1995 y 1999, en una columna titulada «Sentido Común». A partir del 18 de julio de 2007, he empezado a publicar otros textos cortos, reflexiones, ideas, desarrollos teóricos del psicoanálisis lacaniano. Espero les sea de utilidad para pensar al sujeto y como introducción al psicoanálisis. Bienvenidos!!
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