La lectura es una de las actividades mentales de mayor importancia en la estructuración subjetiva de un sujeto. Saber leer se constituye así en una herramienta fundamental en la formación psíquica de todo ser humano, y más aún cuando él es un buen lector.
Un buen lector, tal y como lo enseña Estanislao Zuleta, es aquel que se separa por completo de lo que se comprende ahora por «hombre moderno»: aquel que está de afán, que quiere asimilar rápidamente. Un buen lector es aquel que es capaz de rumiar, de estar tranquilo; el que lee lenta y cuidadosamente. Sólo un lector así podrá hacer un buen trabajo de interpretación del texto. Dicho trabajo de interpretación consiste en determinar el valor que el texto asigna a cada uno de sus términos, valor que puede estar en contradicción con el que posee el mismo término en otros textos. Así pues, la palabra «alimento» no significa lo mismo en un texto como La metamorfosis de Kafka, que en un libro de culinaria, es decir, que el mismo texto produce su propio código por las relaciones que establece entre sus propias palabras.
Como cada palabra de un texto se define por las relaciones que establece con las otras, si a un texto se le asigna el sentido que rige en la ideología dominante, entonces, nos dice Zuleta, no se ha cogido nada de ese texto y por lo tanto, no sabemos para nada leer. Leer significa, entonces, poder hacer una critica fundamental a la ideología que domina nuestro pensamiento, cualquiera que esta sea. Así pues, la interpretación no es la simple aplicación de un saber -conjunto de conocimientos- a un texto. La interpretación requiere de la creación de un código a partir del texto y no de la asignación a los términos de un sentido predeterminado. Por esto la lectura es un acto subversivo, en la medida en que afecta, perturba, trastorna y conmueve nuestro ser y nuestra forma de pensar; hasta puede cambiar nuestra posición subjetiva. Si la lectura que hace un sujeto no subvierte en algo su forma de pensar, entonces se puede concluir que aún no sabe leer. Por esta razón es que Zuleta concibe a la lectura como un riesgo, una aventura.
por eso tambien se pueden volver a leer textos y sacar conclusiones diferentes con cada leida
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