Al psicoanálisis la familia le interesa en la medida en que los sujetos, en el proceso de búsqueda de las razones por las cuales sufren de determinados síntomas, se orientan en su discurso hacia sus relaciones de parentesco más próximas. Es decir, los pacientes en análisis hablarán ineludiblemente de su infancia. El mundo infantil es aquel en el que predominan papá, mamá, hermanos y hermanas. El paciente parte del dolor, de la queja, del síntoma y termina hablando del tema de la familia. Se expresan así: “si tengo tal síntoma, es porque tengo o porque tuve tal tipo de padre o tal tipo de madre”. ¡Y es verdad!; el psicoanálisis pone en evidencia que un síntoma se corresponde con el tipo de padre y de madre que el sujeto tenía.
La familia a la cual se hace referencia aquí es la familia moderna, la cual se presentifica en los dibujos animados “Los Simpson”. Esta familia es la versión mordaz de la familia de hoy, es decir, la familia que vive en un mundo en el que los ideales de la ciencia han ido desplazando, unos detrás de otros, todos los valores e ideales culturales, sociales y religiosos, y que habían antes de su llegada.
El pobre padre Simpson es un esclavo de los tiempos modernos: trabaja para hacer subsistir su familia, familia donde además no hay sombra de tragedia; hay más bien un deslizamiento hacia lo ridículo. Al ridículo de un padre que es en verdad la caricatura del padre moderno: degradado en su autoridad y en su función de transmitir un respeto por la ley; un ser en verdad patético.
¿Qué queda cuando nada de aquello que hacía creer, esperar, y que era soporte de ideales, de identificaciones, de valores, esos que un padre transmitía a su hijo, día a día se va desplomando? Lo que queda es un imperativo, una exigencia que diría: “Obra de tal modo que tu acción te procure por cualquier medio y a cualquier precio, un acceso cada vez más amplio y extendido, al mundo de los objetos de consumo”. (Miller, 1998) ¡De aquí el éxito de la actual sociedad!. Si bien es verdad que la familia es la célula de la sociedad, hoy se diría: ¡de la sociedad de consumo!
...y en el diván se hablará más del televisor que del padre, jeje. Recordé un capítulo de los Simpsons donde la pequeña maggie abraza al televisor, prefiriéndolo a los miembros de su familia....
ResponderEliminarSaludos Hernando; muy buen post.